El Escorpion:
Los escorpiones o alacranes (Scorpiones o Scorpionida) son un orden de arácnidos con los pedipalpos en forma de pinza y un aguijón venenoso en el extremo del cuerpo. Se conocen más de 1.500 especies y pueden encontrarse en casi todas partes del mundo excepto en los polos y Groenlandia; algunas especies llegan a medir 23 cm. Se cuentan aproximadamente unas 2.000 especies en todo el mundo y la gran mayoría se ubican en terrenos áridos aunque también es posible encontrar algunas especies en zonas selváticas y cuevas. No obstante, se reparten por todo el mundo, excepto en los polos y en Groenlandia.
El Lagarto:
Los lagartos presentan el cuerpo alargado y cubierto de escamas. Por lo general, tienen cuatro patas y una larga cola que, en algunas especies es muy frágil y se rompe con facilidad, aunque puede volver a regenerarse. Los lagartos arborícolas, como los camaleones, pueden utilizar su larga cola para agarrarse a las ramas. Algunas especies poseen las patas muy reducidas y otras las han perdido por completo, adoptando un aspecto serpentiforme; sin embargo, se diferencian de las verdaderas serpientes porque tienen párpados móviles y una estructura ósea craneal diferente.
Son animales de sangre fría que dependen del calor del Sol para aumentar su temperatura corporal. Los lagartos se desplazan de diversas maneras; los basiliscos y los lagartos de collar pueden correr rápidamente sobre sus patas traseras, muy desarrolladas. Los basiliscos son capaces también de correr sobre la superficie del agua gracias a sus patas traseras y a su cola en forma de látigo. Los gecos tienen unos discos adhesivos en la parte ventral de sus dedos que les permiten adherirse perfectamente al sustrato. Algunos lagartos son buenos nadadores y otros son arborícolas.
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